El dolor de espalda es un dolor que puede limitar las actividades cotidianas,así como la calidad de vida de la persona que lo sufre, dado que afecta al sueño, a la vida social y a la capacidad para trabajar.
¿CÓMO SE MANIFIESTA?
Se puede manifestar como una pequeña molestia muy localizada en un punto concreto o hasta un dolor agudo que puede irradiarse a otras zonas y dificultar el movimiento. A veces, se presenta de manera rápida después de una caída o al hacer un mal gesto, y otras, puede aumentar de manera progresiva.
TIPOS DE DOLOR DE ESPALDA
Agudo: cuando dura menos de 6 semanas.
Crónico: cuando la duración es superior a 3 meses.
Recurrente: cuando se producen varios procesos agudos separados entre ellos por períodos asintomáticos de más de 3 meses.
Dolor mecánico: se caracteriza porque se agudiza con el movimiento y disminuye con el reposo. Suele tener un origen inespecífico y es autolimitado.
Dolor inflamatorio: no cede con el reposo y en algunos casos reaparece o empeora con el descanso nocturno. Es característico de afecciones reumáticas o viscerales.
Dolor neuropático: se trata de un dolor en la zona de los nervios lesionados y se manifiesta como un hormigueo o escozor que aumenta con el roce. No disminuye con el reposo.
Es el tipo de dolor de espalda más frecuente. En pacientes jóvenes suele deberse a contracturas en la musculatura de la zona lumbar y con el paso de los años, se debe más a la degeneración natural de las estructuras de la columna lumbar.
Hablamos de ciática cuando un disco intervertebral pellizca o irrita un nervio de la médula espinal en la zona lumbar. En estos casos se produce un dolor de intensidad variable que se inicia en la parte inferior de la espalda, baja por el glúteo y recorre la pierna. Puede ir acompañado de hormigueo, dificultad de movimiento y pérdida de sensibilidad de la extremidad afectada.
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS PRINCIPALES DEL DOLOR DE ESPALDA?
El 90 % de los casos de dolor de espalda son de tipo mecánico y su pronóstico es bueno. Algunas de las causas principales son:
- El embarazo
- Las posturas inadecuadas: en el trabajo, en casa, al coger peso, etc.
- La falta de ejercicio físico: relajación de los músculos de apoyo
- Estar muchas horas de pie
- Los gestos bruscos o repetidos
- El sobrepeso
El dolor de espalda también puede aparecer como consecuencia de otras enfermedades como la artrosis, la hernia discal, la osteoporosis, ciertos tumores, la leucemia, traumatismos o golpes.
¿CÓMO PODEMOS ALIVIAR O PREVENIR EL DOLOR DE ESPALDA?
La mayoría de las personas sufren dolor de espalda en algún momento de su vida. En muchos casos son problemas leves y mejoran siguiendo las recomendaciones siguientes:
En lesiones de menos de 48 horas, el frío localizado durante 15 minutos, varias veces al día, ayuda a reducir el dolor y la inflamación.
Tras los primeros días, la aplicación de calor en la zona dolorida ayuda a relajar la musculatura y alivia el dolor.
Los analgésicos y antiinflamatorios por vía oral y/o tópica son los fármacos de elección en los casos de dolores agudos. Cuando el dolor es crónico, las vitaminas del grupo B y otros preparados naturales pueden reducir las molestias.
Practicar ejercicio moderado con regularidad fortalece la espalda y la hace más flexible.
Mantener una buena postura es fundamental para prevenir lesiones futuras. Es necesario revisar y corregir las posturas adoptadas en las actividades cotidianas.
Consulta al médico si el dolor de espalda es recurrente, si empeora con el tiempo, si no mejora con el tratamiento o si va acompañado de fiebre alta, orina frecuente con dolor o sangre, y con problemas para levantarse o caminar.